Fuente: Wikilengua del español
Los verbos
de habla o verba dicendi son verbos que designan acciones
comunicativas: decir, responder,
contestar... O que expresan creencia, reflexión o emoción: pensar, lamentar,
suponer... Y que sirven para introducir la voz del personaje, ya sea en estilo
directo o indirecto.
Directo:
—Y si confío en ti...
—No te arrepentirás —le dijo
Juan.
Indirecto:
—Y si confío en ti...
Juan lo interrumpió y le dijo que
no se arrepentiría.
Construcción
A veces, los verbos de comunicación actúan como verbos de influencia:
Juan dijo que viniera a la
fiesta (pidió)
Juan dijo que no vendrá a la
fiesta (comunicó)
Significado
El más común de estos verbos es el verbo decir, porque
tiene la ventaja de ser un verbo de habla genérico. No obstante, en
muchas ocasiones se puede acudir a la utilización de verbos más concretos y que
ofrecen una mayor aproximación a aquello que se pretende trasmitir.
—Llegarán mañana por la mañana
—dijo Andrés a Martina.
—Y con el avión de las diez —puntualizó
Juan. (En vez de “dijo Juan”)
En realidad, aunque estos otros verbos implican acciones
manifestadas verbalmente y que llevan por tanto implícito el concepto de
“decir”, denotan a la vez un comportamiento determinado del hablante,
por lo que sólo deben utilizarse cuando la persona se ha comportado
efectivamente de esa manera. Por ejemplo:
Puntualizar, comentar,
precisar: indican que a lo dicho antes se añade algo
que lo interpreta, lo completa o lo aclara.
Recalcar, subrayar, enfatizar: indican que se hace hincapié o se pone énfasis en algo.
Asegurar, aseverar: indican que el hablante expresa gran convicción en lo que
dice.
Admitir o reconocer: indican adhesión a la opinión de otro.
Uso en los diálogos
Hacer un buen uso de los verbos de habla es muy importante
en los diálogos propios de la novelística. Utilizar el
verbo más indicado en la introducción del parlamento de un personaje permite
que el lector se aproxime lo más posible a la realidad que el autor pretende
transmitirle. Si existe un verbo más concreto para aquella situación, usar
el verbo decir puede hacer que al lector se le escapen detalles y
matices significativos que estaban en la mente del autor pero que, al no ser
plasmados en el texto, hacen que capte la escena de forma distinta a la
pretendida.
Los signos de puntuación con
los verbos dicendi
Por norma general, los signos de
puntuación se colocan siempre después del inciso, cuando el verbo principal de
la frase es un verbo dicendi
o verbo del habla (dijo, comentó, susurró, preguntó, exclamó…):
—Me gustaría que vinieses a jugar a mi casa
—comentó Martín—. ¿Te apetece?
—Vale, pero tengo que
preguntarle a mi madre si me deja —dijo Ana.
Tomando de nuevo el ejemplo anterior, fijaos en que tanto
en la intervención de Martín como en la de Ana el inciso comienza en minúscula
y sin puntos ni comas. El signo se pone al final del inciso. Ocurriría lo mismo
para otros signos de puntuación:
—Me gustaría que vinieses a jugar a mi casa.
¿Te apetece? —dijo Martín.
—Vale —respondió Ana—, pero
tengo que preguntarle a mi madre si me deja.
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