¿Por qué mi guión
de diálogo queda tan feo y se comporta de forma tan rara? Buena pregunta.
Para empezar, en los diálogos no se usa guión, se utiliza
raya. La RAE lo define así:
Signo de puntuación representado por un trazo horizontal (—) de mayor longitud que el correspondiente al guión (-), con el cual no debe confundirse.
Esta raya se
denomina Em Dash. No aparece en el
teclado, y se introduce mediante el atajo [Alt+0151].
En ordenadores
portátiles sin teclado numérico es más complicado, pero tanto Word como Open
Office Writer poseen la opción Insertar>
Símbolo (Ω).
Si utilizamos Word, tenemos que desplegar el menú Insertar, elegir Símbolo y escoger Más símbolos. Nos aparecerá
un cuadro también llamado Símbolo.
Clicamos en la pestaña Caracteres
especiales y aparecerá como primera opción bajo el nombre de Guión largo. Para insertarla
en el texto tenemos que seleccionarlo y pulsar el botón Insertar.
Algunas reglas básicas
para la utilización de la raya de diálogo:
1. Todos
los diálogos comienzan con la misma sangría de primera línea de los párrafos.
Se abre con una raya e inmediatamente y sin dejar espacio, se
escribe el parlamento.
—Hola, mi nombre es Eneko.
¡Cuidado! El corrector de los procesadores de textos, cuando el
parlamento comienza con signos de interrogación (¿) o de exclamación (¡), insisten en que
dejes un espacio. ¡Ignóralo! Es incorrecto.
Si no hay inciso
del narrador, se pone punto y aparte.
2. Si ahora añadimos un inciso del narrador después del parlamento
del personaje, siempre va
espacio, luego la raya e, inmediatamente y sin
dejar espacio, el inciso. Si el personaje no continúa el
parlamento, punto y aparte. No
se pone raya.
—Eneko, encantada de conocerte —dijo Amaia mientras
le tendía la mano.
3. Cuando
el inciso del narrador se introduce con un verbo de habla (decir, preguntar, susurrar, mentir, farfullar, expresar,
replicar, gritar, afirmar, añadir, terciar, etc.), siempre comienza con
minúscula, incluso en los casos de cierre con signos de exclamación o
interrogación, o puntos suspensivos que equivalen al punto. ¡Cuidado!
Los procesadores de textos suelen
indicar error, pero los equivocados son «ellos».
—¿Te apetece tomar un
café? —preguntó Eneko
—¡Claro! Me encanta el
café —respondió Amaia.
4. Si el
inciso del narrador es una frase sin ninguna relación directa con el parlamento
del personaje (descripción, acción, gesto, etc.), hay que
introducirlo con mayúscula. En este caso, el parlamento debe terminar con punto
o signo que cumpla su función (¿! …).
—Cojamos esa mesa de
ahí. —Agarró la silla y la retiró para que ella se sentara.
Si luego del
inciso del narrador no hay parlamento, se pone punto y aparte, como en el
ejemplo anterior. No se
pone raya.
5. Si tenemos un personaje que desea seguir hablando, cuando acaba
la intervención del narrador, inmediatamente
y sin dejar espacio, se debe poner otra raya y, a continuación,
el signo de puntuación que corresponda (punto, coma o punto y coma) y el
parlamento del personaje.
—Hay muchos tipos de
cafés para elegir —dijo Eneko ojeando la carta—. ¿Cuál te gusta?
6. Si en un diálogo se citara otro diálogo, se debe
anteponer una comilla latina de cierre (» [Alt+175] o Insertar>Símbolo)
a la raya del diálogo citado.
—Me
gustan todos. Pero como escuché en una peli cuyo título no recuerdo…
»—Café
de Colombia, el mejor del mundo —decían en la tele del protagonista.
7. Si el parlamento de un personaje es tan extenso que requiere
varios párrafos, a partir del segundo (y los sucesivos), debe anteponerse
comilla latina de cierre (»).
—Ya sé de qué película hablas. No
me gustó mucho, la verdad…
»Creo que me dormí antes del
final. No recuerdo nada. Cuando me desperté…
»…
8. No es
correcto en castellano utilizar pronombres
seguidos del guión:
Incorrecto:
—¡Lo sé! —él dijo, mirándome a los ojos.
Correcto:
—¡Lo sé! —dijo él, mirándome a los ojos.
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