Morfeo
Todas las noches viene a mi llamada, juega conmigo, me la dibuja y
luego se esconde. Nos acostamos como dos enamorados, me cuenta la mentira del
americano, ella aún es virgen y la creo.
Cuando Morfeo viene en mi busca, ella se queda.
Al amanecer siento como se eriza mi bello al paso de sus cálidas
caricias. Pero cuando despierto, ya no está. Es él que me deslumbra con su luz
y me quema con su fuego. Su cara dibuja una sonrisa, me mira en la distancia,
sabedor que me la ha vuelto a robar.
Que embrujo la trasforma, la seduce y me la lleva.
Dejo la habitación en penumbra y la busco por las paredes. Se que
está ahí, pero su cuerpo oscuro oculto en la noche no me deja verla.
Cansado de tanta magia, cierro los ojos e intento olvidarla.
Cuando ya todo es calma, una blanca sonrisa, unos ojos caramelo me
vienen a buscar. No sé si estoy con Morfeo o verdaderamente eres tú.
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